domingo, 27 de abril de 2014

Juicios con menores de edad... que siga el espectáculo



Cuando en el contexto de un proceso judicial aparece un menor de edad -ya sea como delincuente, testigo o víctima-, el interés mediático se multiplica, y, muchas veces, se comienzan juicios paralelos en la opinión pública que son poco respetuosos con los derechos de los implicados.

En nuestro país, tenemos como ejemplos próximos los casos de Asunta Basterra, de Ruth y José Bretón, de Mari Luz, o de Marta del Castillo. El algunos de estos procesos judiciales, los medios han protagonizado actuaciones lamentables, con la innegable finalidad de alimentar la curiosidad morbosa de una insaciable audiencia, y obtener así cuantiosos beneficios de las abultadas cuotas de share.

La semana pasada publiqué en el Diario Levante EMV un artículo sobre la cuestión, llamando a la responsabilidad a televisiones, poderes públicos y audiencia. Desde el triste de las niñas de Alcasser hasta hoy el tratamiento mediático de estos procesos ha mejorado mucho. Pero todavía queda camino por andar.

viernes, 4 de abril de 2014

A vueltas con la línea Violeta de Mango



Estos días llega a Valencia la campaña de Violeta, línea ropa femenina de Mango con tallas de la 40 a la 52.

La línea de ropa ha sufrido algunas críticas, y se han llegado a presentar contra ella 55.000 firmas. Las quejas señalan que, tratándose de una línea considerada de tallas especiales, transmite un mensaje equivocado a la sociedad, en la medida en que según el Ministerio de Sanidad español (año 2007) las tallas especiales comienzan en la 48, y no en la 40. Así, siempre según las quejas, la línea Violeta podría provocar en muchas mujeres la equivocada sensación de que padecen sobrepeso (que están gordas, en román paladino) con los consiguientes trastornos alimentarios o psicológicos que dicha sensación puede producir. En esta línea argumental, la publicidad de la marca podría calificarse contraria al principio de legalidad.

De todas maneras, también se puede argumentar en favor de Violeta que el hecho de vender prendas de la 40 a la 52 lo que hace precisamente es no discriminar a las personas que necesitan tallas especiales, incluyendo esas tallas grandes en líneas de ropa con tallas más pequeñas. Así, se trataría de una campaña inclusiva: en lugar de condenar las tallas 48 y siguientes a las tinieblas exteriores del sobrepeso y al lazareto de zonas específicas de las grandes superficies, se las trata en pie de igualdad con tallas mucho más comunes, como la 40.

Personalmente, y sin ser un experto en moda femenina, me decanto por esta segunda interpretación de la campaña.

PD. Agradezco a Laura R. sus comentarios sobre esta noticia, que me han dado pie a compartir esta entrada.